BIOBATCH SL · CONTROL DE PLAGAS INTEGRAL Y PREVENCIÓN DE LEGIONELLA

La Legionella en el agua potable es una bacteria ambiental capaz de proliferar en sistemas de agua potable cuando no se aplican las medidas adecuadas de mantenimiento y control. Su presencia representa un riesgo para la salud pública, especialmente por su capacidad de provocar la enfermedad del legionario y la fiebre Pontiac, dos infecciones respiratorias que pueden aparecer cuando las personas inhalan aerosoles contaminados.
La Legionella spp. es una bacteria gramnegativa que se desarrolla de forma natural en ambientes acuáticos como lagos, ríos, aguas termales y redes de suministro. Entre sus más de 50 especies, Legionella pneumophila es la responsable de la mayoría de infecciones en humanos.
Aunque puede estar presente en el agua potable, es importante entender que no se transmite por ingestión, sino principalmente por inhalación de microgotas generadas en sistemas artificiales.
La entrada de la bacteria en el sistema suele darse de forma natural a través del suministro general. No obstante, su proliferación ocurre cuando se reúnen las condiciones adecuadas:
Factores que favorecen el crecimiento de Legionella
• Temperaturas entre 20 °C y 45 °C, rango ideal para su multiplicación.
• Estancamiento del agua en depósitos, tuberías poco utilizadas o tramos muertos.
• Presencia de nutrientes como algas, óxidos, biopelículas o materia orgánica.
• Corrosión de tuberías o incrustaciones que generan sedimentos.
• Sistemas sin desinfección adecuada o con niveles insuficientes de cloro.
Cuando estas condiciones coinciden, la Legionella puede pasar de ser una bacteria presente de forma natural en baja concentración a convertirse en un riesgo sanitario serio.
Aunque cualquier instalación mal mantenida puede convertirse en un foco, ciertos sistemas presentan mayor vulnerabilidad:
Si existen zonas con temperatura templada o falta de desinfección, la bacteria puede multiplicarse.
Tramos muertos, instalaciones poco utilizadas o viviendas desocupadas favorecen el crecimiento.
La inhalación es la vía principal de contagio, por lo que destacan:
• Duchas
• Grifos aireadores
• Nebulizadores decorativos
• Sistemas de riego por aspersión
Hospitales, hoteles, gimnasios, residencias de mayores y torres de oficinas presentan mayor riesgo por la complejidad de sus instalaciones.
La exposición a aerosoles contaminados puede provocar:
• Enfermedad del legionario
• Neumonía grave
• Fiebre alta
• Tos, dificultad respiratoria
• Dolor muscular y síntomas gastrointestinales
• Requiere tratamiento médico.
• Fiebre Pontiac
• Infección leve sin neumonía
• Síntomas parecidos a la gripe
• Evolución benigna
Las personas mayores, fumadores, inmunodeprimidos y quienes padecen enfermedades respiratorias son más susceptibles.
Un programa eficaz de prevención por parte de un buen profesional en tratamientos de legionella incluye varias medidas clave:
Control de temperatura
• Agua fría por debajo de 20 °C
• Agua caliente por encima de 50-60 °C
Desinfección
Los métodos más comunes son:
• Cloración continua
• Dióxido de cloro
• Monocloramina
• Sistemas UV
• Tratamientos térmicos periódicos
Eliminación de estancamientos
• Purga de grifos y duchas poco utilizados
• Eliminación de tramos muertos
• Diseño hidráulico eficiente
Limpieza y mantenimiento
• Limpieza de depósitos
• Eliminación de incrustaciones y biopelículas
• Revisión de tuberías y válvulas
Muestreo y análisis
Realizar controles microbiológicos regulares permite detectar precozmente la presencia de la bacteria.
¿Es seguro beber agua con Legionella?
Sí, la ingestión no supone un riesgo significativo, ya que la bacteria no infecta a través del tracto gastrointestinal. El verdadero peligro proviene de inhalar aerosoles contaminados. Por ello, duchas, fuentes ornamentales o sistemas de pulverización son mucho más críticos que el simple consumo.
Legislación y normativas sobre Legionella
Muchos países cuentan con normas para la prevención. En el caso de España:
• Real Decreto 487/2022: establece los requisitos sanitarios para el control de Legionella en instalaciones.
• Obliga a protocolos de mantenimiento, formación del personal y análisis periódicos.
En Latinoamérica, aunque la regulación varía, la mayoría de países adoptan normas basadas en directrices internacionales como la OMS.
Importancia de un plan de prevención en edificios
Contar con un Plan de Prevención y Control de Legionella es clave para:
• Reducir riesgos para usuarios y trabajadores
• Cumplir con la ley
• Evitar brotes en instalaciones comunitarias
• Mejorar la calidad del agua y la seguridad higiénica
Un plan bien implementado optimiza los costes de mantenimiento y reduce la probabilidad de sanciones o cierres preventivos.
La presencia de Legionella en el agua potable es un riesgo real pero totalmente controlable si se aplican protocolos adecuados de mantenimiento, desinfección y vigilancia. No es un problema de ingestión, sino de inhalación de aerosoles, por lo que las instalaciones deben garantizar la seguridad microbiológica del agua en todos sus puntos de uso.
Con una estrategia integral es posible minimizar la proliferación bacteriana y proteger la salud de usuarios y trabajadores.